Ningún país miembro de la Unión Europea puede fabricar desde el año pasado lámparas fluorescentes circulares y compactas con casquillo en suelo europeo. Esto implica también que no se pueden importar y comercializar en la UE excepto el stock existente almacenado. Con esta normativa, lo único que debes tener en cuenta a la hora de ir a comprar una lámpara es asegurarte de su fecha de fabricación, así evitarán comprar un stock antiguo y que, además, es muy contaminante. La mayoría de establecimientos hace tiempo que ya no tienen este tipo de luminarias disponibles, pero no está de más preguntar y asegurarte antes de adquirir nada.
El motivo de esta normativa es limitar el uso de diez sustancias usadas con frecuencia en aparatos eléctricos y electrónicos (plomo, mercurio, cadmio, cromo hexavalente, etc.), que pueden representar un peligro tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente.
Y desde el verano, lo mismo ocurre con los tubos fluorescentes T5 y T8, cuya fabricación e importación está prohibida en desde agosto de 2023.
Existen alternativas a estas lámparas tan contaminantes que, además de cuidar el medio ambiente, nos va a ayudar, y mucho, a reducir el consumo de energía. La tecnología LED es, en este caso, una gran aliada porque supone un ahorro en costes de más del 40%, así como una reducción de hasta el 54% en la factura eléctrica.
Este ahorro no se reduce solo al consumidor final y su hogar, si no que en empresas, la reducción del coste también supera el 50%.