Hoy, en el Día Internacional de las Montañas, debemos prestar atención a todas las oportunidades que nos ofrecen estos parajes naturales con tanto encanto. Un viaje a la montaña no solo sirve para practicar tus actividades preferidas como montañismo, escalada, trekking o senderismo; también nos ayuda a conectar con la naturaleza mientras disfrutamos de un día en compañía o con nuestra propia persona.
En cualquier caso, cuidar de las montañas es asegurar que estarán ahí durante años para que las puedan seguir disfrutando las generaciones futuras.
Castilla-La Mancha presenta dos tipos de paisaje bien diferenciados según por donde nos adentremos, entre la vasta llanura manchega destacan los secretos montañosos de la Serranía de Guadalajara, Cuenca, Albacete o los Montes de Toledo sin olvidar Ciudad Real.
Las diez montañas más altas :
Pico del Lobo (Guadalajara) – 2.272 metros: Límite natural entre Guadalajara y Segovia, recomendado para visitar en primavera y verano.
Peña Cebollera (Guadalajara) – 2.128 metros: Reserva natural en la confluencia de Guadalajara, Madrid y Segovia.
La Atalaya (Albacete) – 2.083 metros: El pico más alto de Albacete, ofrece una ruta de senderismo con impresionantes vistas a Sierra Nevada.
Ocejón (Guadalajara) – 2.046 metros: Famoso para el senderismo, proporciona panorámicas de la sierra de Ayllón y, en días claros, de Guadalajara y Madrid.
Mogorrita (Cuenca) – 1.865 metros: El más alto de Cuenca, testigo de un intento pasado de construir una estación de esquí.
San Felipe (Cuenca) – 1.838 metros: Ubicado en el límite de Cuenca, Guadalajara y Teruel, cerca del nacimiento del Río Cuervo.
Rocigalgo (Toledo) – 1.449 metros: La cumbre más alta de Toledo, parte del Parque Nacional de Cabañeros.
Corral de Cantos (Toledo) – 1.419 metros: Segunda montaña más elevada de los Montes de Toledo.
Riscos del Amor (Ciudad Real) – 1.344 metros: El pico más alto de Ciudad Real, en los Montes de Toledo.
Bañuela (Ciudad Real) – 1.332 metros: Parte de la Sierra de Andújar, al norte de Sierra Morena.
Mejor época para visitarlas
En estos paisajes montañosos de Castilla-La Mancha podrás disfrutar de vistas impresionantes durante todo el año, sin embargo, antes de ponerte rumbo a ellas te recomendamos organizar tu viaje con tiempo.
Durante la época de otoño podrás contemplar la majestuosa mezcla de colores anaranjados y marrones que deja el Pico Ocejón. En invierno muchos de estos lugares te sorprenderán teñidos de blanco o con heladas para las que es necesaria una preparación previa físicamente y disponer del material de montaña adecuado.
Durante primavera es cuando la mayoría de ellos recobran todo su esplendor con las primeras flores, cascadas y saltos de agua en pleno deshielo.
Cuando las visites acuérdate de traer los residuos que generes de vuelta contigo.