Castilla-La Mancha cuenta con una gran riqueza agrícola y ganadera por lo que puedes encontrar una amplia variedad de productos de kilómetro cero. La apuesta por este tipo de consumo pasa por reducir los desplazamientos de los alimentos y fomentar la agricultura, ganadería y comercio local.
Los productos de kilómetro cero se producen, recolectan y venden cerca de su lugar de consumo. Esta forma de consumo no solo es más respetuosa con el medioambiente sino que apuesta por un compromiso justo entre pequeños productores y los consumidores y ayuda a mantener la economía local.
Los productos de kilómetro cero tienen un menor impacto medioambiental que los alimentos que han tenido que recorrer grandes distancias. Esto se debe a que se reduce la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes asociados al transporte y almacenamiento de alimentos. Además, al apoyar la agricultura local se fomenta la conservación de los paisajes y la biodiversidad de la zona.
Características de los productos de kilómetro cero
Para que un producto se considere de kilómetro cero tiene que cumplir una serie de características:
- De temporada. Encontrarás productos de temporada y de gran calidad y que son los que se dan en el entorno más cercano de acuerdo a la estación del año correspondiente.
- Productos locales, los productos de kilómetro cero no superan las distancias mayores de 100 km.
- Ecológicos. Es posible que su proceso de producción se realice evitando productos químicos, aunque no es imprescindible que cumplan este requisito.
Los más destacados en Castilla-La Mancha
En nuestra región podrás encontrar una amplia variedad de productos locales de gran calidad. Aquí te dejamos algunos ejemplos:
Quesos: La región es famosa por la calidad de sus quesos, especialmente el queso manchego, que cuenta con Denominación de Origen Protegida. Se elabora con leche de oveja de la propia región y es uno de los productos más emblemáticos de Castilla-La Mancha.
Vinos: Castilla-La Mancha es la mayor región vitivinícola de España, con una producción que se concentra en torno a las denominaciones de origen La Mancha, Valdepeñas y Jumilla, entre otras. Los vinos de la región son conocidos por su calidad y su sabor único.
Aceite de oliva: La región cuenta con una gran producción de aceite de oliva, con varias denominaciones de origen que certifican su calidad. El aceite de oliva de Castilla-La Mancha es uno de los más apreciados de España, tanto por su sabor como por sus propiedades saludables.
Verduras y hortalizas: La huerta de la región es muy rica en verduras y hortalizas, especialmente en tomates, pimientos, berenjenas y calabacines. En muchos casos, estos productos se cultivan de forma tradicional y sin pesticidas, lo que les confiere un sabor y una calidad inigualables.
Carnes: Castilla-La Mancha es una región ganadera por excelencia, con una gran producción de carne de cerdo, cordero y ternera. La carne se cría de forma natural y se alimenta de pastos y piensos locales, lo que le confiere un sabor y una textura únicos.
Setas: La región cuenta con una gran riqueza micológica, con una amplia variedad de setas y hongos comestibles. Entre las más destacadas se encuentran el níscalo, el boletus y la seta de cardo, que se recogen de forma sostenible en los bosques de la región.
En definitiva, Castilla-La Mancha es una región con una gran variedad de productos de kilómetro cero, todos ellos de una calidad excepcional y con un sabor y unas propiedades únicas. Consumir estos productos no solo contribuye a apoyar a los productores locales y a fomentar la economía de la región, sino que también nos permite disfrutar de alimentos saludables y sostenibles.